lunes, 26 de noviembre de 2012

Peras de Granito: Año 11

"Una gran ambición es la pasión de un gran personaje. Aquellos que la tienen pueden realizar actos muy buenos o muy malos. Todo depende de los principios que los dirijan."
~ Napoleon Bonaparte (1769 - 1821)

Misiva de Urist McKushiague, Supervisor del Hogar en las Montañas "Peras de Granito", hacia Sir. Sturd Cavachong, consejero real del Reino del Portal Justo, año 262.

07 de Granito, primavera

Reporte del Año 11.

Sturd, ya pasó otro año y no has venido ¿te encuentras bien? Espero que hayas sido detenido por tus labores oficiales y no por otros motivos más siniestros.

La población sigue feliz, especialmente gracias el proyecto de embellecimiento de Peras de Granito; la Oficina de Administración Real le llama "Pule tus Peras de Granito".

Yo les llamo necios imbéciles.

Dicha Oficina se ha encargado de la mayoría de la planeación de la ciudad, pero tuve una visión mientras dormía Sturd, ignoro si fue una propia o plantada por lo que sea que duerme bajo la montaña, pero una inspiración muy parecida a la que tienen nuestros hermanos cuando necesitan correr hacia un taller, una ardiente necesidad de crear, de doblegar la piedra a nuestra voluntad; pero esta vez no construiré un cetro/consolador.

Eip, siguen haciéndolos. Lo que es peor, los nuevos portan imágenes ridículamente detalladas de sus predecesores; lo que hace una extraña cadena de imágenes de consoladores con imágenes de consoladores que, cuando los colocas uno enfrente de otro, te marea hasta que te dan ganas de vomitar. Y de lavarte las manos.

Culpo a ese mamoncete tallador legendario y sus grabados recursivos.

Pero no me malinterpretes, son famosos porque valen una fortuna. El mejor valuado, por ejemplo, llega a setenta y ocho mil Pepitas, el resto son de no menos de cuarenta mil. Tuvimos recientemente una inspiración que generó una ballesta de madera valuada en mil ochocientas Pepitas. Creo que el banco que uso para limpiar mis botas vale más, pero el enano estaba muy contento con ella ¿quienes somos nosotros para criticarlo?

Disculpa, divago; te decía que tuve una visión de una enorme metrópoli debajo de la montaña. Una ciudad que no siguiera las convenciones establecidas por los arquitectos en el viejo Hogar en las Montañas: donde talleres, áreas de recreación y habitaciones se mezclaran sin problemas entre los niveles; dice el Gremio de Arquitectos que el ruido no deja dormir bien a la población, pero ¿qué demonios saben ellos? No los ví aquí tallándose el lomo cuando hicimos este lugar desde cero, los muy pretenciosos mamoncetes.

Sueño en una metropoli que crezca, si se me permite el atrevimiento, orgánicamente. No como los árboles o las plantas en la superficie, mi herejía no llega a tanto todavía, sino como las vetas de metales que crecen en un caos controlado entre la piedra. Realmente nos convertiremos en una Capital digna del Portal Justo. Inicia la construcción de Los Niveles Inferiores de Peras de Granito.

Nos dijeron que apuntáramos más alto, así que cavaremos más profundo.

Aunque quizás no es tan buena idea.

Verás, han llegado discretos pero preocupados reportes de horribles rugidos y sonidos de batallas por parte del escuadrón de la milicia que resguarda la entrada de la caverna. El verano pasado escucharon un aullido que sonaba como el enjambre de mil abejas furiosas, seguido de exhalaciones como las que se vivimos en Peras de Granito hace seis años con la venida de aquél Dragón; además del chocar de lanzas y escudos contra... algo, seguidos de gritos y golpes secos, como cuerpos - o partes de cuerpos - cayendo por los niveles de las cavernas.

Hemos colocado un par de hileras de trampas después del puente y estamos trabajando en colocar más después del cuartel secundario. No queremos sorpresas. Lo último que necesitamos es una puñetera Bestia Olvidada descuartizando enanos por la fortaleza.

La alternativa es que construyamos hacia arriba, un enorme castillo en la montaña; ahora que les cambiamos un par de águilas gigantes hembra a los elfos sólo estamos esperando un macho para comenzar a criarlos. Algunos opinan que deberíamos hacer una enorme estatua de un águila tallada en la montaña ¿y qué más? ¿Capturar grifos y entrenarlos como monturas? !Ja! Corté su ración de alcohol a la mitad por esos comentarios.

Los enanos siguen desapareciendo; ésta vez fue un soldado de Los Pueblos Lisos, Su Majestad se está volviendo atrevido. Creo que han desaparecido más de los que llevo contados porque me llegan más reportes de enanos que no conocía, según el último censo quedamos doscientos quince.

He hablado con las esposas de los desaparecidos Sturd, lloraban desconsoladamente por sus parejas; sus llantos tocaron fibras en mi corazón que me hicieron encerrarme en mi cuarto a chillar como elfo también. Es cierto, yo no los maté, pero al conocer al culpable y no decir nada siento que mis manos están igual de ensangrentadas.

Hace meses que no duermo bien.

Armok me ayude.

Atte,
Urist McKushiage

PD. Primo, olvida las gallinas. Construimos un cuarto lleno de cajas para anidar y a la mañana siguiente lo encontramos con un par de pavoreales, un pato, dos codornices y un perro con problemas de identidad. Esto no es una fortaleza, es un maldito zoológico.

!Saludos!
Atte,
El Kushiage

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